Cocinar es un gran juego que estimula la creatividad de los niños, y es una manera ideal para compartir en familia y con amigos.
El niño aprende ciertas habilidades, a desarrollar la atención al detalle, coordinación ojo-mano, creatividad, perspectiva, exploración, texturas y motricidad fina y gruesa.
La cocina es un entorno rico en estímulos sensoriales que van desde el contacto con la diversidad de materiales, la manipulación de los utensilios de cocina que tanto les atraen a los niños, y el procesamiento de alimentos.
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