Pequeños Jardineros.

La Jardinería colabora en el óptimo desarrollo de los niños. No sólo le aportará conocimientos específicos del mundo vegetal, sino que además el cuidado de del mismo,  implica la puesta en práctica y el refuerzo de diversas cualidades humanas.           Es vía de acceso a otras áreas de aprendizaje.

Todo cultivo exige una constante atención en forma de cuidados. La adquisición de ese compromiso, con la atractiva recompensa final de ver a la planta alcanzar su plenitud algún día, implica una indispensable lección aplicable a otros entornos como el académico.

Estimula la paciencia tan difícil de lograr durante los primeros años de vida. Algunas alternativas de germinación con  un desarrollo más rápidos, son los más apropiados para los escolares.

Luego se desarrollan experiencias que necesiten más tiempo y se pide a los niños que comiencen a centrar su atención en documentar el proceso

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Centrarse en estímulos sensoriales como el olor, los sonidos o los colores del entorno proporciona una sensación de calma imprescindible

 El éxito obtenido aumenta la confianza de cara iniciativas posteriores, tanto en este ámbito como en otros más trascendentales.